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Edad Media
La Edad Media, o Medioevo es el período histórico comprendido entre el siglo V y el XV de nuestra era. Su comienzo se sitúa convencionalmente en el año 476 con la caída del Imperio Romano de Occidente y su fin en 1492 con el descubrimiento de América.
En este largo periodo de mil años hubo todo tipo de hechos y procesos muy diferentes entre sí, diferenciados temporal y geográficamente, respondiendo tanto a influencias mutuas con otras civilizaciones y espacios como a dinámicas internas.
Por su parte, la perspectiva cultural que por tales tiempos se desarrolla en Europa, brinda un magnífico capítulo del arte que resulta notable el predominio de la arquitectura y las obras plásticas, como la pintura. Dado el espíritu eminentemente cristiano que definía al hombre medieval, las obras de arte de la edad media están estrechamente ligadas al pensamiento religioso.
Todo el arte del medioevo está relacionado con imágenes religiosas, buscando más que una belleza basada en la imitación de la naturaleza, como el caso de el arte griego, sino más bien una belleza figurativa basada en formas geométricas rompiendo con la herencia de la antigüedad clásica.
También hay una búsqueda de una belleza que esta más allá de lo sensible, es una belleza de "concepto" ligada directamente a la obra y lo que ésta simboliza.
Hay poca preocupación por la imitación de la realidad y las obras, en especial de la pintura; esta posee un marcado geometrismo y esquematización. Para que la obra sea completamente bella debe haber una "idea" o un "concepto" basado en símbolos que puedan ser descifrados por los eruditos, para alcanzar ese goce de comprensión y belleza.
La pintura no tiene ninguna sugerencia de tridimencionalidad, es plana, sin perspectiva y sin profundidad, parece una obra realizada fuera del tiempo donde no hay nada que nos dé un punto referencial de tiempo o lugar. El fondo generalmente es liso, sin paisajes, sin ambientes, desde donde emergen figuras con trazos firmes y fuertes.
La catedral viene a representar la culminación en que se unen el sentimiento artístico arquitectónico y el religioso. Esta obra generalmente surge de la arquitectura imperial romana; se inicia, subterráneamente, en las catacumbas de los antiguos palacios romanos y prosigue, ya en la superficie con enormes construcciones de piedra que elevan sus puntas muy alto en el cielo, aunque no es necesariamente de esta manera.
Pero sin dudas, la mayor expresión de este arte desemboca en la llamada "Obra Gótica", desarrollada especialmente en Norteadme - Francia, que se expande posteriormente a países como Alemania, España, Portugal, Inglaterra, Bélgica y Suecia.

En este largo periodo de mil años hubo todo tipo de hechos y procesos muy diferentes entre sí, diferenciados temporal y geográficamente, respondiendo tanto a influencias mutuas con otras civilizaciones y espacios como a dinámicas internas.
Por su parte, la perspectiva cultural que por tales tiempos se desarrolla en Europa, brinda un magnífico capítulo del arte que resulta notable el predominio de la arquitectura y las obras plásticas, como la pintura. Dado el espíritu eminentemente cristiano que definía al hombre medieval, las obras de arte de la edad media están estrechamente ligadas al pensamiento religioso.
Todo el arte del medioevo está relacionado con imágenes religiosas, buscando más que una belleza basada en la imitación de la naturaleza, como el caso de el arte griego, sino más bien una belleza figurativa basada en formas geométricas rompiendo con la herencia de la antigüedad clásica.
También hay una búsqueda de una belleza que esta más allá de lo sensible, es una belleza de "concepto" ligada directamente a la obra y lo que ésta simboliza.
Hay poca preocupación por la imitación de la realidad y las obras, en especial de la pintura; esta posee un marcado geometrismo y esquematización. Para que la obra sea completamente bella debe haber una "idea" o un "concepto" basado en símbolos que puedan ser descifrados por los eruditos, para alcanzar ese goce de comprensión y belleza.

La catedral viene a representar la culminación en que se unen el sentimiento artístico arquitectónico y el religioso. Esta obra generalmente surge de la arquitectura imperial romana; se inicia, subterráneamente, en las catacumbas de los antiguos palacios romanos y prosigue, ya en la superficie con enormes construcciones de piedra que elevan sus puntas muy alto en el cielo, aunque no es necesariamente de esta manera.
Pero sin dudas, la mayor expresión de este arte desemboca en la llamada "Obra Gótica", desarrollada especialmente en Norteadme - Francia, que se expande posteriormente a países como Alemania, España, Portugal, Inglaterra, Bélgica y Suecia.

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